La catedral surge íntimamente ligada a la idea del esplendor gótico, a efecto claro de las necesidades y aspiraciones de la sociedad de la época, a un nuevo enfoque de la catedral como edificio de contacto y ascenso espiritual. La
arquitectura gótica es un instrumento poderoso en el seno de una
sociedad que ve, en el inicio del
siglo XI, transformarse la vida urbana a un ritmo acelerado. La
ciudad resurge con una extrema importancia en el campo político, en el campo económico (espejo de las crecientes relaciones comerciales), ascendiendo también, por su lado, la
burguesía adinerada y la influencia del
clero urbano. El resultado de esto es una sustitución también de las necesidades de construcción religiosa fuera de las ciudades, en las comunidades monárquicas rurales, por el nuevo símbolo de la prosperidad urbana, la catedral gótica. Y como repuesta a la búsqueda de una nueva dignidad creciente en el seno de Francia, surge la Catedral de Notre-Dame de París.

Destaca particularmente su magnífico órgano Cavaille-Coll, siendo la plaza de organista titular de Nôtre-Dame uno de los más altos honores a los que puede aspirar un organista. Esta plaza fue ocupada por el genial organista y compositor francés
Louis Vierne entre los años
1900 y
1937, época que se recuerda como la del mayor esplendor de la catedral como centro artístico y musical.Pese a la poca calidad constructiva del subsuelo, esta ubicación posee un sólido historial dedicado al
culto religioso. Los
celtas habían celebrado aquí sus ceremonias donde, más tarde, los
romanos erigirían un templo de devoción al dios
Júpiter. También en este local existió la primera iglesia cristiana en París, la
Basílica de Saint-Etienne, proyectada por
Childeberto I alrededor del 528 d. C. En sustitución de esta obra surge una iglesia románica que permanecerá hasta
1163, cuando comienza la construcción de la catedral actual.
Ya en
1160, y como resultado del ascenso centralizador de París, el Obispo
Maurice de Sully considera la presente iglesia (de San Esteban) poco digna de los nuevos valores y la manda demoler. El gótico inicial, con sus innovaciones técnicas que permiten formas hasta entonces imposibles, es la respuesta a la demanda de un nuevo concepto de prestigio en el dominio ciudadano. Durante el reinado de
Luis VII, y bajo su apoyo, este proyecto es bendecido financieramente por todas las clases sociales con interés en la creación del símbolo de su nuevo poder. Así, y teniendo en cuenta la grandeza del proyecto, el programa siguió velozmente y sin interrupciones que pudieran ocurrir por falta de medios económicos (algo común, en la época, en construcciones de gran envergadura). La construcción se inicia en
1163 reflejando algunos trazos conductores de la abadía de Saint Denis, subsistiendo aún dudas en cuanto a la identidad de quien habría «colocado» la primera piedra, el Obispo
Maurice de Sully o el Papa
Alejandro III. A lo largo del proceso (la construcción, incluyendo modificaciones, duró hasta mediados del
siglo XIV) fueron varios los arquitectos que participaron en el proyecto, esclareciendo este factor las diferencias estilísticas presentes en el edificio.
La catedral fue restaurada por
Eugène Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus (1846), aunque Lassus muere y Viollet toma el mando. Entre las modificaciones que se hicieron están: la inserción de gabletes en las ventanas, el rosetón sur es inventado por él, cambia la piedra de los arbotantes por piedra nueva, reconstruye todas las capillas interiores y altares, en la fachada, coloca estatuas nuevas en la Galería de los Reyes y como faltan algunas cabezas en estatuas las copia de catedrales cercanas (incluso hay algunas que son retrato de Viollet) de igual manera, al haber una fascinación hacia lo gótico (a pesar de que antes era profundamente despreciado y su nombre surgir de manera despectiva) en el siglo XIX (neogótico) se le añaden a la catedral numerosas gárgolas que se encuentran más a la vista del espectador pues las originales se encuentran en los puntos más altos de la misma donde el acceso visual es prácticamente imposible. Además de todo esto planeó un aislamiento de la catedral derribando todos los edificios de los alrededores.
Funciones de la catedral
La catedral fue, a finales del
siglo XVII, durante el reinado de
Luis XIV, escenario de alteraciones sustanciales principalmente en la zona este, en la que túmulos y vidrieras fueron destruidas para ser sustituidas por elementos más al gusto del estilo artístico de la época, el
Barroco. Así, entre 1630 y 1707, el gremio de
orfebres de París encargó un cuadro al año, a artistas como
Laurent de La Hyre y
Sébastien Bourdon. Se reunieron 77 pinturas de gran formato, que luego se dispersaron. En fecha más reciente, regresó al templo una docena de dichas obras.
En
1793, durante la
Revolución francesa, más elementos de la catedral fueron destruidos y muchos de sus tesoros robados, acabando el espacio en sí por servir de almacén para alimentos.
Con el florecer de la época romántica, la catedral se ve con otros ojos y la
filosofía se vuelca hacia el pasado, enalteciendo y mistificando en un aura poética y etérea la historia de otras épocas y su expresión artística. Bajo esta nueva luz del pensamiento se inicia un programa de restauración de la catedral en
1844, liderado por los arquitectos
Eugène Viollet-le-Duc y
Jean-Baptiste-Antoine Lassus, que se extendió por veintitrés años.
En
1871, con el corto ascenso de la
Comuna de París, la catedral se vuelve nuevamente telón de fondo a las turbulencias sociales, durante las cuales se cree haber sido casi incendiada. En
1965, como consecuencia de excavaciones para la construcción de un parking subterráneo en la plaza de la catedral, fueron descubiertas catacumbas que revelaron ruinas
romanas, de la catedral merovingia del
siglo VI y de habitaciones medievales. Ya más próximo a la actualidad, en
1991, fue iniciado otro proyecto de restauración y mantenimiento de la catedral que fue previsto para que durase diez años.